Mayo 14 – Mayo 16
¿Qué
relación existe entre poder, comunicación y TIC?
"Algunas personas ven aquí una manera
de informarse de otras fuentes, de forma más autónoma (autoemisión y
autorrecepción). La autocomunicación
masiva, alentada por los nuevos desarrollos y a diferencia de los tradicionales
medios unidireccionales, es interactiva, multidireccional y
muldimensional”.
Castells
Entre las múltiples “fuentes” del poder se
encuentran la información y la comunicación, que guardan una especial relación
con su capacidad de influencia y convencimiento. “Nuestras mentes viven en el
entorno de la comunicación. Allí se pueden construir la adhesión y la
resignación, pues al decir de Gramsci el poder no es solo coacción. Sin
embargo, la información y la comunicación son fuentes de poder y contrapoder”.
Castells
Así, en la sociedad red del
siglo XXI, donde el poder es multidimensional (coexisten redes
financieras, culturales, políticas, militares, etc.), también cobra especial
relevancia el espacio de la comunicación y su influencia sobre los cambios y
transformaciones sociales.
En este contexto, los medios
tradicionales de comunicación masiva tienen el poder mediático y
actualmente han sabido combinarse junto a la dimensión política en una
“política del escándalo”, lo que no existe en los medios, no existe. Este
proceder, sin embargo, ha derivado en distintos efectos asociados al descrédito
y la desconfianza y en una consecuente crisis de legitimidad.
Castells considera que esta nueva capacidad de autoinformarse y
autocomunicarse es de naturaleza revolucionaria, y que ha dado lugar/potenciado
a: movimientos sociales que no
necesariamente buscan conquistar el estamento político sino introducir nuevos
valores y provocar cambios de mentalidad en la sociedad (ejemplos: movimientos
feministas, ecologistas y defensores de los pueblos originarios); nuevas formas de insurgencia política,
que con sus acciones pretenden afectar y contravenir la esfera política (como
los movimientos de protesta organizados a través de las redes sociales; algunos
ejemplos: el revés político a la atribución interesada de culpas –por José
María Aznar– cuando el atentado en la estación de Atocha; las movilizaciones en
Irán coordinadas a través de Twitter, o la campaña presidencial de Obama en los
EE.UU., que atrajo buena parte de la generación internauta).
“Internet es un espacio de libertad, pero no de
libertad total. Allí hay empresas que compiten entre sí y que lucran a través
de ella. Sin embargo, también deben mantener una apertura puesto que siempre
hay una competencia dispuesta a llevarse a sus usuarios”. Para Castells, internet es un espacio comunal de
comunicación, y comenta que la mayoría de los gobiernos de turno suelen
odiarla al ser incapaces de controlar totalmente su utilización. En este
sentido, los Estados pueden presionar o intimidar a los webmasters, e incluso
pueden ejercer otras medidas de control, “pero es una batalla que tienen
perdida. Pueden tratar de matar al mensajero, pero el mensaje perdura (…) La comunicación es el espacio del poder, pero
somos nosotros quienes otorgamos sentido a ese espacio.”